viernes, 20 de noviembre de 2009

Pide nuncio Cristopher Pierre a laicas y laicos de Alianza de Amor dejar los apegos materiales


El Nuncio Apostólico de México: Christopher Pierre, exhortó a los católicos a vivir como el que nada tiene y todo lo posee, a saber compartir lo que se es y separarse de los apegos materiales, porque se ha encontrado a aquel que convierte la vida en plenitud.

Ante casi mil laicos de Alianza de Amor con el Sagrado Corazón de Jesús provenientes de diferentes partes del mundo, religiosas de la Cruz del Sagrado Corazón de Jesús y Padres Misioneros del Espíritu Santo, que dieron por concluidos los trabajos del encuentro internacional en ocasión de su primer centenario de vida, hizo una reflexión sobre el evangelio de San Marcos, donde Jesús enjuicia a la ciudad de Jerusalén, misma que -acotó- como higuera estéril no ha querido acoger al hijo de Dios y no ha dado frutos, sino sólo hojas.

“Como contraparte Jesús muestra a los discípulos el ejemplo de una pobre viuda que por medio de un gesto simple manifiesta estar más cerca de Dios que todos los escribas que habían construido un sistema religioso en el que fueron dejando sin contenido su religión, privilegiando sus propias personas, exhibiéndose con sus ropajes exigiendo reverencias y los primeros puestos en los banquetes, justificándose con la revelación, sin tener en cuenta que ésta es don de Dios.

Dijo que en éste evangelio a la luz de Jesús son los pobres de corazón los protagonistas principales, los que nada tienen, pero que, sin embargo, tienen la capacidad de darlo todo.

Con la actitud de la viuda Jesús denuncia el modo vacío en que los escribas vivían su religiosidad, indicando al mismo tiempo que si los signos exteriores no están de acuerdo con el corazón éstos se vuelven estériles ante Dios y humillantes ante los hermanos.

Y es que no se trata de dar mucho o poco, muchas veces nosotros pensamos en la cantidad de lo que damos, es por eso que hacemos una clasificación muy fácil, sino saber compartir de corazón lo que se es y lo que se tiene simplemente porque se ha encontrado a aquel que hace sentir la vida como plenitud, explicó.

“Sí en el corazón está Dios el don más pequeño se vuelve grande, lo decisivo no es lo que uno tiene ni lo que puede hacer, sino hacer verdaderamente lo más que se pueda, y hacerlo en el mejor de los modos, entrar en otra lógica que no es la nuestra sino la de Jesús”.

Dijo que Jesús pone en el evangelio aquello que es posible descubrir a través de la pobreza, las debilidades y de las carencias, esto es la compasión, la misericordia, la humildad, la piedad.

La actitud de la viuda en el evangelio nos presenta ni más ni menos aquello que constituye el centro de la espiritualidad de Conchita Cabrera de Armida, quien supo comprender hacer vida y transmitir a las generaciones futuras, entre las cuales nos encontramos nosotros.

Dijo que Alianza de Amor desde hace un siglo se ha adherido a la voluntad de Dios y su carisma se hace vida ofreciendo al mundo algo nuevo a semejanza de Conchita que vivió las cosas ordinarias de su vida, hija, esposa, madre y en el servicio apostólico al que el Señor la llamó.

Cada una de ustedes ha hecho de la espiritualidad de la Cruz el camino, su propio camino para seguir a Jesús. Un camino a través del cual desde la vivencia consciente de su sacerdocio común se esfuerzan por ser santos, transformarse misteriosamente en Jesucristo Sacerdote y víctima, que va progresivamente conociendo y amando los dolores más íntimos de Jesús, consolando a su sagrado corazón.

Un camino de santidad a lo largo del cual laboran incansablemente por unirse cada vez más a Jesús ofreciéndose a Él y con Él en oblación, rindiendo gran gloria al Padre mediante el reinado del Espíritu Santo, en las almas colaborando así a su manera eficazmente a la santificación de todos los hombres y muy particularmente de los sacerdotes.

Dijo que los 100 años de Alianza comprometen a vivir radicalmente el pacto de alianza de amor con Dios.

El prelado consideró que la palabra Alianza de Amor es fuerte, dura , porque es un estilo de vida, a través del cual sus miembros, conscientes de su consagración bautismal se empeñan por desarrollar una vida de intimidad con Jesús crucificado para en la medida de lo posible conocer lo que significó su entrega por la salvación de todos los hombres y conocer sus sentimiento sacerdotales, para que unidos a Él, con Él y por Él ofrecer al mundo el testimonio de una vida coherente con el evangelio.

Y pidió a los miembros de Alianza de Amor con el Sagrado Corazón de Jesús, reunidos en la catedral metropolitana, ofrecer el sacrificio de la coherencia de nuestra vida con el evangelio. La expresión alianza de amor –continúo- contiene de suyo una de las palabras claves de la escritura, encierra en sí toda la esperanza de la cristiandad al afirmarnos que no hemos sido abandonados en el mundo y dejados en las manos de fuerzas y poderes desconocidos que no logramos comprender ni sabemos dominar, sino que estamos en aquel que tiene todo en sus manos, que nos conoce que nos ama y que permanentemente se comunica en diversas maneras con nosotros.

Por eso, podemos sellar una alianza porque fue Él el primero en acercarse y pactar la alianza de amor con el corazón de Jesús, que es apropiarse con el corazón del gran acontecimiento de la alianza de la historia de la salvación sellada por la muerte redentora de Jesucristo en el calvario, hasta llegar a ser uno con aquel que es el amor en persona.

En el corazón de su ser está ese objetivo ser en la Iglesia ser testigos y mensajeros del amor de Cristo presentes en el rostro doloroso y al mismo tiempo gozoso del amor de la cruz.

Jesús, es un camino hacia el cielo y estamos decididos a recorrerlo aunque tengamos que pasar necesariamente por la cruz.

Tomado de la web de la
CONFERENCIA DEL EPISCOPADO MEXICANO

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