lunes, 18 de abril de 2011

Las Danzas Cuaresmales: Recopilación

Para el V domingo, el relato de la resurrección de Lázaro es el ritmo que terminará de amenizar el baile cuaresmal. Para ver la reflexión completa pueden ir aquí.

Además, listamos todas las reflexiones con las que nos hemos amenizado estos casi 40 días, en caso que deseen repasarlas y acompañarse de ellas durante estos últimos días previos a la celebración del Triduo Pascual:

La danza de lo ex-céntrico: El desierto de las tentaciones (Mt 4,1-11)
La danza de lo paradógico: El monte de la transfiguración (Mt 17,1-13)
La danza de lo imprevisible: Un pozo en Samaría (Jn 4,1-45)
La danza de lo in- conveniente: Una alberca en Siloé (Jn 9, 1-41)
La danza de lo in- tempestivo: La tumba de Lázaro (Jn 11, 1-45)

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Dolores Ailexandre

Es Marta esta vez quien nos invita:

Dejad que sea Otro quien mida vuestros tiempos, ritmos y compases. Recordad que él llega a tiempo pero a su  tiempo, no al vuestro, y tendréis que ser pacientes y convertir vuestra prisa en espera y vuestra impaciencia en vigilancia. Acostumbraos a su extraño lenguaje: si decís de alguien: "está muerto" él os dirá "está dormido" y os pedirá también vuestro consentimiento, no sólo ante sus retrasos, sino ante sus anticipaciones: porque en el grano de trigo podrido en tierra él está contemplando la espiga, y cuando una mujer grita de dolor, él escucha ya el llanto del niño que nace.

No temáis permanecer a su lado junto a las tumbas de vuestro mundo, unid vuestro llanto al suyo allí donde parece que la muerte ha puesto ya la última firma y gritad vuestra rebeldía ante su dominio. Pero creed también en la fuerza secreta de la compasión y de la insensata esperanza.  Cuando yo le esperaba  junto al lecho de Lázaro para ahuyentar su fiebre, él vino a destiempo, a la hora tardía en que creíamos no necesitarle. Y el que no llegó a tiempo para curar a mi hermano, ordenó retirar la piedra del sepulcro, pronunció su nombre y le ordenó con su poderosa voz: -"Lázaro, ¡ven afuera!". Y todos supimos entonces que la última palabra la tenía aquel hombre en quien habitaba el poder de vencer a la muerte. Atreveos a jugar con él el juego de sus retrasos y de sus des-tiempos: apostad fuerte por la Palabra que os asegura que en él está la resurrección y la vida de todos los lázaros olvidados en las tumbas de la historia.

20080309Alegraos de tener como Compañero de danza al Ex-céntrico y al Imprevisible, aunque os conduzca a un ritmo que os parezca paradójico, in-conveniente e intempestivo. Porque lo suyo es cambiar nuestro luto en danza, desatar nuestros sayales, como desató a Lázaro de sus vendas, y revestirnos de fiesta.

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