viernes, 1 de julio de 2011

Solemnidad de su Sagrado Corazón

Hoy viernes 1º de julio celebramos la Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús.

La siguiente “hojita” – que la V.S.D. Concepción Cabrera de Armida preparaba para los retiros mensuales de Alianza de Amor con el Sagrado Corazón de Jesús en sus inicios como Obra – trata del mismo Corazón de Jesús.

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Concepción Cabrera de Armida
Hojitas de Retiros Mensuales
Alianza de Amor
1910 – 1937
p.529


JUNIO DE 1937

SAGRADO CORAZÓN

En el mes consagrado especialmente al corazón divino de Jesús, deben las almas de la Alianza emplear los medios que están a su alcance para estrechar la unión de su voluntad con la de Dios, para realizar su ALIANZA DE AMOR.

En el servicio de Dios se impone, no solo la fidelidad y la constancia, sino también, y por lo que toca al momento presente, sobre todo, la GENEROSIDAD, virtud que les inclinará a dar a Dios cuanto les pida y cuanto les dicte su corazón.

El movimiento, la actividad interior, indica la vida de un ser:  la actividad suprema se halla en Dios, que es la misma Vida.

Jesucristo se llamó a Sí mismo vida, y la Iglesia participa de esa misma vida de una manera inefable.

De esa sobreabundancia de vida de la Iglesia nacen, pujantes y fecundas a su vez, las órdenes y congregaciones religiosas.  De éstas, en algunas ocasiones, como retoños de olivo, se forman diversas asociaciones piadosas y en una y en otra, millares de almas llenas de vida sobrenatural se santifican y glorifican a Dios.

¿Pero esta vida cómo se manifiesta?  DANDO A DIOS CUANTO NOS PIDA.  Tal es el primer elemento de la generosidad.  No es mucho lo que nos pide Dios:  Deberes de estado, obligaciones contraídas e inspiraciones recibidas.  A esto se reduce lo que Dios quiere de nosotros.

¡Cuántas ilusiones nos hacemos acerca de la perfección poniéndola en lo que no está!... más que en oraciones y rezos, nuestra santificación consiste en el cumplimiento del deber por amor a Dios.

Este amor sufre variaciones, tiene distintos grados en las almas y en esto es en lo que se puede juzgar el fervor; quien más ama, mejor y más exactamente cumple su deber.  El que ama menos, cumple su deber fría o tibiamente y no persevera en Él.

Pero hay aun otro elemento en la generosidad:  DAR A DIOS CUANTO PIDE NUESTRO CORAZÓN.  Este elemento perfecciona y completa al primero:  Dios manda, exige algunas cosas; otras las hemos tomado como obligaciones pero aun hay otras que se quedan a nuestra elección y amor…  Dios nos hace ver que esto o aquello le agrada… y luego calla… espera… entonces entra la generosidad en juego:  Le agrada a Dios, lo hago; glorifica a Dios, lo ofrezco.

Y en este camino basta comenzar para que nuevos horizontes se abran y aparezca en toda su belleza lo que es el sacrificio, el amor que da la GENEROSIDAD.

sagrado corazon

Y más que estas cosas aún, aparece Jesús consolado, amado, satisfecho en medio de esas almas que no solo cumplen sus deberes estrictos sino que dan rienda suelta a su corazón tratándose de amor a Él.

Almas generosas, llenas de vida, eso deben ser las de la Alianza; así las quiere Nuestro Señor, así las necesita la Iglesia.

Este es el espíritu que distinguirá a los socios de la Alianza de Amor:  generosidad en el servicio de Dios, almas de temple que por amar a Jesús estén dispuestos a sacrificarse no solo en lo estrictamente necesario, sino en cuanto lo puedan hacer.  Almas que siempre den algo nuevo a Jesús, si no en cantidad, sí en calidad… El deber de todos los días hecho por Él, por su santo amor y sacrificios y pequeñeces, si se quiere, pero impregnada de mucho amor… el amor es siempre antiguo y siempre nuevo.

Descanse, pues, Jesús, en las almas amantes y generosas, en las almas que comprenden algo del infinito amor de Dios y quieren corresponder como mejor puedan a esas delicadezas de la misericordia divina.

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