jueves, 30 de junio de 2011

El Corazón de Jesús

Continuamos con la preparación a la Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús el próximo 1º de julio de 2011.

La siguiente “hojita” – que la V.S.D. Concepción Cabrera de Armida preparaba para los retiros mensuales de Alianza de Amor con el Sagrado Corazón de Jesús en sus inicios como Obra – trata del mismo Corazón de Jesús.

Nótese el uso de ciertos términos muy propios de la forma de vivir las virtudes en la época en que estas “hojitas” se redactan (1910 a 1937). Como cristianos del siglo XXI, ¿qué significado podemos proporcionarle a estas palabras?

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Concepción Cabrera de Armida
Hojitas de Retiros Mensuales
Alianza de Amor
1910 – 1937
p.299


Corazón de Jesús


“Alma querida acércate a mi Corazón Divino y no le temas; estúdialo con amor… penétralo con amor y haz en Él tu morada de amor eterno.”

A todas las almas hace el Corazón de Jesús esta invitación, pero con más razón a los miembros de Alianza de Amor, a las que tienen la dulce misión de arrancar las espinas que lo lastiman para así consolarlo.

¿Jesús es amado? ¿Jesús es correspondido? En el mundo ruge una tormenta de odio contra su Divino Corazón; y Él quiere almas puras, almas – hostias, almas de nieve y de sangre, que con su blancura y sus sacrificios hagan contrapeso a tantos horrores.

Que este mes de Junio, nuestro mes predilecto, se distinga en el amor al Corazón Divino, pero amor práctico de abnegación, de voluntario sacrificio, de generosidad, gozándonos en la voluntad santísima de Dios aunque nos duela.  Hay que madurarse al ardor del Sol Divino que desde la Cruz, desde la Eucaristía, sólo nos pide permanecer bajo sus rayos:  “Hijitos míos, permaneced en mi amor.”   ¿Qué importa llevar la cruz sobre los hombros cuando se lleva la Eucaristía en el corazón?  Si nos encontramos desconsoladas (os), si sucumbimos al peso del dolor, volemos al Corazón todo ternura, que templará la amargura de nuestras penas y las trocará en alegrías.

Imitemos las virtudes del corazón eucarístico de Jesús; Cadena de Amor, cosechando para nuestra eterna corona… pensemos a menudo que todo pasa, menos el haber sufrido por Dios con amor; si lo hacemos así, el Corazón de Jesús nos envolverá en los divinos perdones del amor, porque, ¡Él es Amor!

Pidamos para esta parte escogida el amor a la Cruz, pidamos Sacerdotes apóstoles que salven al mundo por el amor; pero como nadie puede ser apóstol sin ser mártir, por eso pidamos el amor a la Cruz, porque cuando otros apostolados en las almas no tienen éxito, este de la Cruz es infalible, es el más fecundo y poderoso, porque es el del verdadero amor.

Las almas  de la Alianza de Amor debemos ser también almas de apóstol llenas de vida divina, transformándonos en Jesús, teniendo con Él un solo corazón todo amor, todo dolor. Debemos ser las almas dichosas, cálices llenos de Jesús, recipientes de amor que se derramen sobre las almas que nos rodean; fuentes de amor, ríos y mares de amor puro, donde esas almas beban.

¡Oh sí! Miembros de Alianza que caiga sobre estas almas el rocío de gracias y que Dios sea glorificado en virtud de nuestros sacrificios. Esta es nuestra misión: ser apóstoles, ser mártires, ser hostias, ser otros Jesús, heridas (os) de amor.   Dice un autor: que la lanza no abrió la herida en el corazón de Jesús,  que solo aparto el velo que lo cubría, porque Jesús murió ya herido de amor.

Aticemos en las almas el amor al Espíritu Santo, a la Eucaristía y a María.  ¡Estos son lo poderosos incentivos del amor divino!

Jaculatoria

JESÚS MANSO Y HUMILDE DE CORAZÓN,
HACED MI CORAZÓN SEMEJANTE AL VUESTRO.

No olvidar ofrecer la comunión por los Sacerdotes.

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