jueves, 30 de junio de 2011

La Bondad

Continuamos con la preparación a la Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús el próximo 1º de julio de 2011.

La siguiente “hojita” – que la V.S.D. Concepción Cabrera de Armida preparaba para los retiros mensuales de Alianza de Amor con el Sagrado Corazón de Jesús en sus inicios como Obra – trata de la virtud de la Bondad.

Nótese el uso de ciertos términos muy propios de la forma de vivir las virtudes y bondades en la época en que estas “hojitas” se redactan (1910 a 1937). Como cristianos del siglo XXI, ¿qué significado podemos proporcionarle a estas palabras?

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Concepción Cabrera de Armida
Hojitas de Retiros Mensuales
Alianza de Amor
1910 – 1937
p.53


La bondad, fruto precioso del Espíritu Santo se alimenta de todas las virtudes.  La humildad es su vida, la obediencia su centro, la pureza su atmósfera, la pobreza su delicia, la mortificación su aliento, la presencia de Dios su ser.  La oración es la savia divina con que se desarrolla y crece, el sacrificio su delicia, y el amor divino su todo.

El Espíritu Santo es el eterno foco en donde se produce la bondad, y El es quién comunicándonos toda su belleza, nos derrama hasta el exceso en el corazón sacratísimo de Jesús.

¡Oh que dichosas las almas de Alianza de Amor a quienes el Espíritu Santo obsequie tan estimable fruto de la bondad!  Esta procede de la santidad misma  porque tiene más de Dios que del hombre.  Jesús pasó por la tierra derramando bondades y misericordias sin número, enseñándonos el camino que debemos seguir imitándolo.

Por ser tan alta esta incomparable virtud, la rodean sin descanso muchos enemigos:   la soberbia,   la hipocresía,   el mundo,   el propio juicio,   la fatuidad,   y otros vicios quieren hacerla su presa, pero la humildad, el propio conocimiento y la confianza en Dios, la libra y defiende.

Pidamos al bondadísimo Corazón de Jesús todo este mes dedicado a honrarlo que nos alcance con su oración del Espíritu Santo, este fruto bendito que tanto necesitamos en la vida.   Y que por la intercesión de nuestra Madre bondadosa y santa María practiquemos en su honor:

  1. Muchos actos de humildad interiores y exteriores.
  2. Obediencia a nuestro director, padres y mayores.
  3. Amabilidad en toda ocasión, sonriendo en el trabajo y en el sufrimiento.
  4. No buscar ser amadas (os), sino únicamente amar hasta a los enemigos.
  5. No obremos teniendo en cuenta nuestras ideas, sino las de los demás, siempre complaciendo al prójimo.

Todo en unión de nuestra cariñosa y tierna Madre María, ofreciéndonos por su corazón al Espíritu de Amor.

Procuremos tener:

Un solo amor Jesús
Un solo tesoro Su Corazón
Un solo refugio María
Un solo abrigo El Sagrario
Una sola dicha La Eucaristía
Un solo fin Expiar
Un solo apoyo La Cruz
Un solo anhelo Sufrir
Una sola fuerza La Oración
Una sola inquietud Las Almas
Un solo recuerdo Los dolores internos de Jesús

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