martes, 18 de agosto de 2009

Proyecto de vida

Arlene Chavarría

El proyecto de vida es una herramienta que ayuda a definir o redefinir el rumbo hacia el cual se quiere orientar la propia vida. Es un instrumento que ayuda para vivir la vida con sentido.

El proyecto vital nos constituye, partimos de él, es lo que hace posible y humano el vivir; lo llevamos dentro y lo vamos descubriendo al hacer el camino…se va concretando, modificando, rectificando, aclarando. El proyecto, como nosotros, está vivo…

Para lograr esto debemos comprender la propia realidad actual, la respuesta a la pregunta de ¿Cómo estoy actualmente? y hay que plantearla desde las diferentes áreas significativas que conforman la propia vida.

Estas áreas significativas podríamos agruparlas en:

Personal                                                          Amistades/Relaciones sociales

Pareja                                                             Ocio y tiempo libre

Familia                                                            Compromiso Social

Estudio/Trabajo                                               Trascendencia/Dios

Sólo en la medida en que logremos vivir lo que queremos en todas las diferentes áreas de nuestra vida llegaremos al final de ella con satisfacción y plenitud.

Para esto hay que plantearse objetivos claros, metas, acciones, tiempos, recursos necesarios, etc, y así lograr que nuestra vida vaya evolucionando en el sentido que queremos, y nos alejamos de permitir que ésta se construya desde la inercia, el azar o la inconsciencia; nos hacemos verdaderamente autores de nuestra vida.

Un elemento clave para la construcción del proyecto de vida es definir la misión personal, y esto es algo que debemos descubrir cada uno dentro de nosotros mismos. No podemos pedirle a nadie que nos la indique, ni podemos copiar la de otros. Con la introspección y en un ambiente de reflexión y soledad aprendemos a identificar en nuestra vida el curso de los deseos más profundos y auténticos del corazón.

En la definición de la misión tiene un papel fundamental la historia personal, el propio presente y el deseo para el futuro.

La misión tiene una función integradora para la persona y así vive una coherencia entre lo que se es, lo que se piensa, lo que se dice y lo que se hace.

Entonces es necesario hacerse más consciente de de lo que se vive y cómo se vive, a desarrollar los valores humanos y cristianos, teniendo la seguridad de que en nuestro proceso de crecimiento personal y de caminar por la vida hay una amorosa presencia que nos acompaña, nos invita a reflexionar, y nos va mostrando el camino a seguir en la tarea individual que desde nuestra creación nos ha encomendado, en la tarea de “ser feliz”.

Todo esto se aplica en Alianza de Amor en donde el laico vive comprometido en su estado de vida y que encarna esa espiritualidad en sus circunstancias personales, familiares y sociales

Dios a cada momento de nuestra vida nos va reafirmando ”una alianza de amor” llena de esperanza, una invitación a descubrir la presencia de su amor como buen Padre y la compañía y presencia siempre humana y comprensible de Jesús camino, verdad y vida.

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